Una historia emocionante, repleta de encuentros y desencuentros, colmada de nuevos descubrimientos... Tal como indica el título de esta entrada, les presento mi perspectiva sobre "Los Chicos Rubios", obra del autor Lisandro N. C. Urquiza, a quien deseo expresar mi gratitud por haberme proporcionado un ejemplar de su creación.
Titulo: Los Chicos Rubios
Autor: Lisandro Nicolas de la Cruz Urquiza
Páginas: 389
La novela relata la historia de Sebastián, un padre soltero quien se muda a un pequeño y pintoresco pueblo llamado “Aldea del Norte, un barrio, no un pueblo”, junto a su hijo adolescente Aurek. Ambos comparten similitudes en cuanto a lo físico, siendo la más llamativa portar una cabellera de color rubio y ojos de color casi amarillos. Además de eso, ambos tienen una forma muy peculiar de comunicarse, teniendo por momentos diálogos tan bizarros como interesantes.
Si bien la historia se centra en la relación padre – hijo de los protagonistas, crearán lazos con la gente del lugar que simpáticamente los bautizó como “Los Chicos Rubios”, y allí cada uno tendrá sus vivencias. Aurek conocerá nuevos amigos y una novia con quien compartirá intereses afines al mundo de la música. Sebastián, por caso, será quien lleve adelante el estandarte de ser “el héroe” de esta historia, al descubrir que su mejor amigo en el pueblo está enamorado de él.
Esto hará que el joven papá deba librar batallas contra sus furibundos padres, una ex esposa que después de muchos años regresa y la más difícil de todas: la que deberá pelear contra él mismo.
Recuerdo haber empezado este libro con gran entusiasmo, ya que era la primera obra argentina con contenido LGBT+ que iba a leer. Como nos relata la sinopsis, nos sumergimos en la historia de un padre y su hijo, Sebastián y Aurek, quienes descubrirán cada uno por su cuenta, un romance en Aldea del Norte, su nuevo lugar de residencia; y, además, podrán conocer un poco más acerca de ellos mismos. Este elemento se destaca como uno de los puntos clave en torno a los cuales gira la trama.
Desde el inicio, la obra ofrece una abundancia de descripciones que abarcan desde la vestimenta y los objetos hasta los lugares y los personajes. El detallismo en estas descripciones está claramente bien logrado. Pude imaginarme al pueblo como un lugar encantador y en el cual me encantaría vivir. Aunque puedo decir que en algunos capítulos me resultó un poco repetitivo el hecho de la presentación de los protagonistas con los habitantes de Aldea del Norte.
Un aspecto notable de este libro, el cual fue de mi agrado, es que a medida que avanza la historia, nos encontramos con canciones que luego, al final del libro, se recopilan en una lista con todas las melodías que fueron mencionadas a lo largo de la obra. Considero que este es un detalle distintivo, ya que permite transmitir las emociones que el autor busca plasmar en cada escena a través de obras musicales.
Un punto a favor y que me pareció simpático es que, a lo largo de la narración, se introducen numerosos personajes pertenecientes a Aldea del Norte los cuales son muy peculiares; en ciertas ocasiones, me resultó muy divertida la forma en que algunos de ellos se expresaban. Abundan los diálogos que arrancan sonrisas o carcajadas, dado que entre ellos se gastan bromas con frecuencia o se presentan escenas graciosas.
En cuanto a los personajes principales y aquellos secundarios que los rodean, se brinda una buena cantidad de historia para los mismos, lo que posibilita conocerlos en mayor profundidad y comprender las razones detrás de algunas de sus actitudes o vivencias. El autor ahonda en la historia individual de cada uno de los protagonistas, lo que nos permite sumergirnos en sus pasados personales a la vez que conocemos su situación actual. Conforme avanza la trama, los personajes evolucionan en función de estas nuevas experiencias, y se aprecia su desarrollo a lo largo de la historia.
La historia de romance que se va formando entre Sebastián y su nuevo mejor amigo, el cual no voy a dar nombre por posible spoiler (aunque creo es bastante obvio quién es una vez que nos introducimos en el libro), me resultó super encantadora y real. Los retos que se le presentan a ambos, las dudas y complicaciones que deben resolver juntos, logró que me cautivara su romance y que apueste para seguir leyendo y descubrir cómo es que resuelven el estar juntos. No todo es color de rosa en su relación, hay momentos buenos y malos, lo que contribuye a que se sienta auténtica.
Además de la historia romántica de nuestro personaje Sebastián, debo destacar la relación padre-hijo que tiene con Aurek. Deja ver que es un vínculo sano, repleto de confianza, apoyo mutuo, que lo más importante es la felicidad del otro. Me gustó mucho la construcción que se muestra de esta relación.
Y, para cerrar, quisiera dejar plasmado que lo más importante que me dejó este libro es el amor. El amor en todas sus formas, ya sea por la pareja, con un familiar hasta con uno mismo. En este libro se deja ver un tipo de "ideal", por así ponerle un nombre, de cómo resultarían las cosas si actuamos desde el amor.
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