El personaje de Acacio, "el Tano", genera sentimientos encontrados. Es un hombre complejo, capaz de despertar risa, asco, compasión y odio en partes iguales, lo que lo convierte en una figura fascinante y real. Me generó una ambivalencia a lo largo de todo el libro donde a veces me hacía sentir ganas de que lo maten y otras que lo dejen vivir; me daba pena y rabia a la vez. Por otro lado, Romina, "la Colo", aunque es un personaje central, se siente un poco más secundario que el Tano. A veces se percibe distante, con su historia contada más por otros que por ella misma. Esto me dejó con ganas de conocerla más en profundidad, de oír su voz de forma más directa. Aun así, siento que su personaje esconde un mensaje más profundo de lo que parece. Me hizo reflexionar: "¿Cuántas veces nos cuestionamos la veracidad de los relatos en la historia de una trabajadora sexual? ¿Se sienten escuchadas, o su historia se cuenta, como en el libro, a través del boca en boca?"
El desarrollo de la trama es dinámico, sorprendente y con un ritmo que recuerda a una película de acción. La novela logra mantener al lector, sin recurrir a elementos predecibles y jugando con giros inesperados que mantienen el interés hasta el final. El uso del lenguaje, aunque cargado de "malas-palabras", se siente auténtico y adecuado para los ambientes y situaciones descritos, añadiendo realismo a la historia.
El uso del título a lo largo de la novela en diferentes contextos añade un toque interesante y bien logrado a la obra. El significado del título queda muy claro a lo largo de la historia. Muchos personajes utilizan la frase en situaciones que, aunque similares, son a la vez diferentes, lo que le da una riqueza adicional al título. Me parece que esto fue muy acertado y agrega una capa extra de significado a la narrativa.
Sin embargo, hay algunos detalles que podrían haber sido explorados más a fondo, como por ejemplo: el Tano presenta ataques de ira que desaparecen sin explicación hacia el final, lo cual deja una sensación de algo inconcluso. Esperaba que se volviera loco y empezara a los tiros con alguien, o que se quedara en trance recordando algo, o incluso que comenzara a preguntar la hora de manera obsesiva en medio de un tiroteo... situaciones así. Tal vez sea una tontería, pero basándome en la personalidad que muestra, era algo que me esperaba.
Comparado con las obras anteriores del autor ("La Prisión de las Sombras" y "En Tiempo Voraz"), Las horas contadas se destaca por su enfoque más directo en los eventos y la acción, dejando de lado la profundidad emocional y filosófica presente en sus otros libros. Este cambio de estilo puede sorprender, pero demuestra una madurez en la escritura del autor al atreverse a explorar nuevos terrenos narrativos. Me encantó y me pareció genial que el autor haya salido de su "zona de confort" para explorar un nuevo estilo y género literario. Noté que su manera de escribir se sentía más madura, con una habilidad para elegir las palabras justas en el momento preciso. Al principio, cuando empezaba a leer, percibí un avance en la narrativa que me atrapó. Me gustó mucho volver a leer algo suyo, ya que su estilo de escritura es bastante particular. Aunque el estilo que eligió esta vez es más informal, de vez en cuando se percibe su impronta única que siempre ha tenido como escritor.
En resumen, "Las horas contadas" es una obra que cautiva por su ritmo, sus personajes complejos y su capacidad para sorprender, marcando un claro avance en la carrera literaria de Arlia Ciommo.
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